Resumen La Mecanica del Corazon- Mathias Malzieu.

Jack nació el día mas frio de Edimburgo, en una casita de una colina de Edimburgo, una casita donde atendía una especie de comadrona-constructora de prótesis (La Doctora Madeleine) que se encargaba de atender los partos de los prostitutas que no eran atendidas por nadie más; la casa de Madeleine servía además de orfanato clandestino de aquellos bebes que los prostitutas habían dejado allí mientras parejas que no podían tener hijos subían a adoptarles. Pero nunca adoptaban a Jack por el tic-tac de su corazón, y es que como Jack nació el día mas frio de Edimburgo su corazón “se endureció un poco” y Madeleine le coloco un reloj que ayudaba a andar a su corazón y sin el cual se hubiese muerto. Los policías ni nadie más subían a la casa en la colina de la Doctora Madeleine porque la tildaban de bruja.

Los primeros años de vida de Jack transcurren en esa casita de la colina viendo como otros niños eran adoptados y él no (sintiendo pena por ser mirado de esa manera diferente, siendo constantemente despreciado debido a su reloj-corazon), compartiendo con Anna y Luna (dos prostitutas quienes le tenían mucho cariño, y quienes le habían regalado un hámster de mascota), el viejo Arthur (que había sido policía pero que por pasársela con sus sueños de músico perdió su trabajo y perdió a su mujer) y por supuesto la Dra. Madeleine de quien al pasar los años Jack se enteró que debido a un embarazo ectópico, ella había quedado estéril.

Jack comenzó a insistirle a Madeleine que lo llevara a la ciudad, a los pies de la colina, y es allí a los 10 años donde conoce a una hermosa cantante de su edad que bailaba, pero al terminar la música tropezaba porque tenía problemas de visión y se enamora perdidamente de ella haciendo que su reloj-corazón hiciera ruidos escandalosos y descompasados que casi lo matan, y es así como Madeleine le prohíbe enamorarse porque su corazón no lo soportaría. Aun así Jack hace hasta lo imposible por averiguar todo sobre su pequeña cantante, hasta que se entera por Anna y Luna que podía encontrarse en la escuela y que es de Andalucía.

Jack convence a Madeleine de que lo deje asistir a la escuela para encontrarse con su cantante en la escuela (ocultándole que este era su verdadero motivo) y es así como vive los peores años de escuela llenos de tortura y burlas por parte de sus compañeros y de un grandulón buscapleitos llamado “Joe” ya que él tambien se había enamorado de Miss Acacia, la cantante de la cual estaba enamorado Jack. Después de años de abuso por parte de Joe, Jack estalla cuando este le abre la camisa a la fuerza para que todos en la escuela metan las manos y vean el reloj-corazón de Jack, preso de su furia contenida durante años, Jack estrella a Joe contra su propio reloj-corazón varias veces y le arranca un ojo. Teniendo que huir solo de Edimburgo a la edad de 14 años con la ayuda de Madeleine, Anna, Luna y Arthur.

Jack comienza su viaje entonces enviando cartas a sus amigos y cuidadores a través de una paloma mensajera que le regalo Anna; en Paris conoce a George Melies mientras buscaba un relojero como consejo de Madeleine y NO un doctor para que revisara su reloj corazón y juntos se hacen amigos y parten en busca de Miss Acacia, el amor de Jack. Para este tiempo ya la Doctora Madeleine había sido apresada por el incidente del ojo de Joe y en la celda había muerto, Jack desconocia esta verdad.

Viajando de ciudad en ciudad con su amigo George Melies vive las más fabulosas aventuras hasta que llega al “Extraordinarium” donde encuentra al fin a Miss Acacia, colándose en su camerino con la ayuda de Melies; ella lo recuerda y después de su primera cita entablan una relación amorosa secreta, ya que Miss Acacia no quería que en “El Extraordinarium” se enteraran de su romance por supuesto temor a los chismes de pasillo. Jack consigue trabajo en el tren fantasma como “asustador” aunque en realidad lo que hace es causarle risa a los visitantes, sin embargo como la afluencia de gente era buena no es despedido y así puede estar cerca de Miss Acacia en “El Extraordinarium”.

Jack ya con 15 años continua su historia de amor secreta durante casi un año con Miss Acacia, encontrándose todas las noches, haciendo el amor en su cuarto del tren fantasma, procurando que nadie los vea; ya no soporta esta situación y quiere hacer su relación publica pero Miss Acacia se niega, ella sabe del reloj-corazón de Jack, pero piensa que es un juego tonto de este y no cree que sea verdad que eso le mantenga con vida. Jack viaja cuando Miss Acacia tiene presentaciones en otras ciudades, siempre cauteloso que nadie los vea juntos. Un día un grandulón con un parche llega y toma el trabajo de Jack, y este es despedido, Jack nota como el único ojo del grandulón se posa sobre Miss Acacia en sus visitas al tren fantasma y no los vuelve a quitar de ella, hasta que en una presentación de Miss Acacia el grandulón de parche negro en el ojo se revela como Joe, quien toma el trabajo de Jack y comienza  a crear discordia en la pareja, alejando más a Miss Acacia de Jack.

Es entonces después de una presentación de Miss Acacia Jack loco de rabia porque su amor le acusa de ser un farsante por su reloj-corazón, Jack toma el reloj que estaba sujetado por suturas a su corazón y se lo arranca. Saliendo Miss Acacia horrorizada y dejando a Jack moribundo. Su amigo George Melies lo encuentra y trata de salvarle la vida llevándolo a su taller, buscando un nuevo reloj ya que el que la Doctora Madeleine había puesto en Jack quedo destrozado, advirtiéndole Melies a su amigo, que después que lo haga Jack no volverá a ser el mismo.

Tres años después, Jack despierta en la cama de la casa-taller de Melies, ya con 18 años y descubre un nuevo reloj en su corazón, encuentra a una enfermera que había estado enamorada de Melies y quien había estado cuidando estos últimos años a Jack, y es ella quien le explica que el reloj en su corazón no servía para mantenerlo con vida; a Jack le cuesta entender esto pero poco a poco lo va asimilando.

Jack sale pues con su largo cabello, sus musculos atrofiados y la barba a buscar a Miss Acacia, parece un enfermo que se ha escapado de un hospital. La encuentra en el tren fantasma, intercambia unas palabras con ella (desconociendo todos que ese visitante del tren fantasma es Jack) ve como Miss Acacia besa a Joe y se propone recuperarla. Así es como Jack va regularmente a visitar a Miss Acacia y comienza su coqueteo. Un día Jack siente nostalgia por su viejo reloj, lo mete en un caja y va decido a decirle a verdad a Miss Acacia de quien es él con la intención de entregarle el reloj que por mucho tiempo había estado en su corazón, pero cuando ella le dice que sus coqueteos con él no pueden continuar porque ya había perdido a su gran amor hace tres años, Jack le confiesa quien es el, pero Miss Acacia no le permite explicarle cómo sucedieron las cosas y le dice que para ella ya no existe. Miss Acacia abandona así “El Extraordinarium”, a Jack y a Joe con quien se había casado.

Jack vuelve a su casa de la colina y encuentra que Anne y Luna han convertido la casa en un orfanato y al viejo Arthur, conociendo la verdad de la muerte de Madeleine y lamentándose por la pérdida de aquella que lo cuido con tanto cariño, enterándose que el reloj que Madeleine le coloco en realidad si le salvo la vida, pero después que su corazón a los meses se recuperó, Madeleine no le retiro el reloj por miedo a que una pareja adoptara a Jack y ella se quedara sin él que ya lo veía como su hijo.

La Leyenda de la Sayona

En los pueblos venezolanos, se cuenta una leyenda que llena de miedo y respeto por la noche a los llaneros precavidos que no se atreven a vagar en altas horas de la noche. Es "La Sayona" llamada también "La Llorona", un espíritu que fue maldecido por su madre el día en que una mujer, su propia hija loca de celos la quemo viva a ella y a sus propios hijos.

Se cuenta que La sayona, era una mujer hermosa pero muy celosa, tenia su esposo que era un hombre parrandero y mujeriego y sus dos hijos que tenia con el. La madre de la mujer frecuentemente la visitaba y le decía cosas de su marido, advirtiéndola que era un hombre muy mujeriego, aunque en su casa no le faltaba nada. A los oídos de esta mujer celosa llegaron chismes y rumores de pueblo, diciendo que su propia madre era la amante de su marido. La mujer loca de rabia tomo a sus hijos y los llevo a un río donde los ahogo, quizás para herir a su marido donde mas le doliera, después se dirigió a casa de su madre donde con un cuchillo y luego de acusarla de ser la amante de su marido la apuñalo hasta herirla de muerte prendiéndole también fuego a la casita de campo donde vivía su madre, esta antes de morir y escuchar ademas la confesión de su propia hija enloquecida la maldijo, condenandola a vagar en esta tierra por haber matado a sus hijos y a ella, condenandola a nunca encontrar descanso eterno.

Otras versiones, dicen que en la casa donde mato a su madre y le prendió fuego, estaban los hijos de la mujer que seria mas adelante la sayona, y que ella no sabia nada de esto, y con la maldición de su madre y a darse cuenta de que había matado también a sus hijos, termino de volverse completamente loca y que vaga errante en el mundo de los vivos sin poder entrar a los cielos.

Es por eso, cuentan los llaneros venezolanos que la llorona vaga por las calles gritando llamando a sus hijos "¿mis hijos, donde están mis hijos?" con gritos desgarradores, penando por cometer pecado mortal contra su madre y contra sus dos hijos inocentes, convertida en un espíritu maligno que en las noches de parranda se le aparece a los hombres sinvergüenzas y mujeriegos, con la apariencia de una mujer hermosa; los lleva a un sitio oscuro y solitario donde puedan estar a solas donde el hombre cree que tendrá intimidad con la mujer para después ella transformarse es una aparición aterradora con la cara llena de huesos, los cabellos despeinados y largos, pegandoles un grito aterrador que los deja casi locos del terror o los mata de la paliza que tambien les da.

Los llaneros precavidos y respetuosos saben que es mejor no salir ni aventurarse a los pueblos vecinos cuando hay parranda.

El Silbon

Después cometer un gran pecado, un hombre que asesinó a su padre porque ambos estaban enamorados de la misma mujer, fue castigado con un mandador, al tratar de huir fue mordido por un perro que los sigue persiguiendo y le muerde los talones, para concluir el castigo su abuelo regó sobre sus heridas gran cantidad de ají picante para que le doliera aun mas por haber matado a su padre. El recuerdo y mención de lo sucedido libra a las personas de ser atacadas por este espíritu errante conocido como el silbón, personaje de las leyendas de terror venezolanas.

El Silbón se presenta a los hombres que son borrachos y sinvergüenzas, que le faltan el respeto a las mujeres ajenas que tienen esposo o novio, se les aparece en forma sombría y tenebrosa y les da una gran paliza. Los llaneros le dan forma de hombre muy alto y flaco, usa sombrero y ataca a los hombres parranderos y borrachos, a los cuales chupa el ombligo para tomarles el aguardiente. Siempre que esta por atacar a alguien se escucha al silbón “Silbar” por eso se le llaman El Silbón, y lo hace de una forma característica que se sabe que es él y nadie mas.

La tradición explica que al llegar el silbón a una casa en las horas nocturnas, descarga el saco y cuenta uno a uno los huesos que hay dentro de el; si no hay quien pueda escucharlo, un miembro de la familia muere al amanecer. Dicen que carga en su saco los huesos de su padre a quien el mismo mato y por ese gran pecado no puede entrar al cielo y tener que penar vagando como un alma pecadora eternamente.

Otra versión dice que fue un hijo que mato a su padre para comerle sus "asaduras", es decir el hígado, los pulmones, los riñones. El muchacho fue mal criado y hacia lo que le daba la gana, no respetaba a nadie. Un día le dijo a su padre que quería comer vísceras de venado. Su padre se fue de cacería para complacerlo pero tardaba en regresar. En vista de esto el muchacho se fue a buscarlo y al ver que no traía nada, no había podido cazar el venado, lo mato, le saco las vísceras, el hígado, los riñones, los pulmones y se las llevo a su madre para que las cocinara. Como no se ablandaban, la madre sospechó que eran las "asaduras" de su marido, preguntándole al muchacho, quien confesó la verdad.

De inmediato lo maldijo para toda la vida. Su hermano Juan lo persiguió con un "mandador", le sonó una tapara de ají y le azuzó el perro de la casa que hasta el fin del mundo lo persigue y le muerde los talones.

El Leon y el Raton.

Una tarde muy calurosa, un león dormía en una cueva fría y oscura.  Estaba  a punto de dormirse completamente cuando un ratoncito fastidioso se puso a corretear sobre su hocico. Con un rugido iracundo, el león levanto su pata y aplasto al ratón contra el suelo.

-¿Cómo te atreves a despertarme?- gruño- ¡Te voy a espachurrar!

-Oh por favor, gran señor león por favor, perdóname la vida- chillo el ratoncito atemorizado- prometo ayudarte algún día si me dejas marchar.

-¿Quieres tomarme por tonto?- dijo el león riéndose- ¿Cómo podría un ratoncito chiquitito y chillón ayudar a un león grande, fuerte y poderoso como yo? Se echo a reír el león con tantas ganas. Se reía tanto que en un descuido levanto su pata y el ratón corriendo se escapo.

Unos días más tarde el león salió a cazar su comida en la jungla. Estaba justamente pensando en su próxima comida cuando tropezó con una cuerda estirada en medio del camino. Una gran red se fue encima de él, y pese a toda su fuerza, no consiguió liberarse. Cuanto más se movía y se revolvía, mas se enredaba y mas se tensaba la red a su alrededor.

El león empezó a rugir tan fuerte que todos los animales lo escuchaban, pues sus rugidos furiosos llegaban hasta los últimos confines de la jungla. Uno de esos animales que le escucho fue el ratoncito, que se encontraba royendo un granito de maíz. Soltó inmediatamente el grano y salió corriendo hasta donde estaba el león.

-¡Oh poderoso león! ¿Recuerdas la promesa que te hice un día?- chillo el ratón- si me hicieras el favor de quedarte quieto, podría ayudarte a escapar.

El león se sentía ya tan exhausto que permaneció tumbado dentro de la red que le habían puesto los cazadores de animales como trampa para capturarlo y matarlo, así, el ratón roía con sus dientecitos las cuerdas de la red. Apenas podía notarlo cuando, al cabo de un rato, se dio cuenta que estaba libre.

-Me salvaste la vida ratoncito, cumpliste tu promesa de ayudarme algún día- dijo el león sorprendido y agradecido – Nunca pensé que un león tan grande y poderoso como yo pudiese necesitar algún día ayuda de un ser tan pequeñito como tú, eso me demuestra querido y valiente ratón que todos somos importantes, nunca más me volveré a burlar de ti ni de otro animalito pequeño, seamos amigos por siempre- le dio su palabra el león y juntos se fueron caminando a la jungla.