Esta demas preguntar ¿Cuantos han tenido una experiencia con fantasmas? muchos callaremos por miedo a ser tomados como tonto, ignorantes y superticiosos, pero cierto es que son muchas las personas que han tenido contactos que estas almas perdidas, fantasmas o demonios viciosos que se hacen pasar por nuestros seres queridos para jugarnos una buena. Es facil enterder el porque de publicaciones de este tipo, paranormales, ya que a muchos escritores les gusta escribir sobre este tema y necesitan material para darle un toque mas real a sus historia, es por eso que publico una pequeña pero valiosa recopilacion de material encontrado en la web.
¿Comunicación con fantasmas?
A medida que el hombre moderno ha ido desarrollando nuevas tecnologías de comunicación, los interesados en obtener información de fantasmas las han usado y así se habla de psicofonías o grabaciones sonoras en las que supuestamente se oye la voz o los movimientos de algún difunto, o de psicoimágenes, imágenes estáticas o en movimiento en las que presuntamente puede distinguirse alguna presencia fantasmal.
Sin embargo, quienes pretenden justificar la existencia de otro mundo y la posible comunicación con el mismo deben justificar primero por qué casi todas las manifestaciones espirituales suelen reducirse a manifestaciones psicológicas de engaño o autoengaño, o fraudes, como con devastadora frecuencia han demostrado ilusionistas expertos como Harry Houdini o Jame Randi, quienes saben desde luego que lo que ocurre en nuestra mente es de factura mucho más simple que lo que ocurre en la realidad fuera de ella. Algunos tipos de alucinación, como la hipnopómpica o la hipnogógica, los sintomas de una esquizofrenia o determinados tipos de epilepsia no diagnosticadas, el fenómeno del sueño lúcido o falso despertar, el uso de drogas y sustancias psicotrópicas que creen falsos recuerdos, los fuegos fatuos pueden explicar la mayoría de los casos, por no hablar del espíritu lúdico de las bromas y los citados, groseros y mezquinos intereses económicos, que pueden apoyar, magnificar y converger sobre las anteriores explicaciones, que se acumulan sobre la necesidad de religión y de fe ultraterrena desarrollada en el ser humano por la selección natural como una ventaja para la supervivencia gregaria.
Esto no basta para desanimar, sin embargo, a quienes creen en alguna manifestación divina o macabra que es una liberación de energia del cuerpo, esto es, una "evolución" de esta vida terrenal hacia otra en un mundo ultraterreno, y hay caos desconcertantes de clarividencia y percepción extrasensorial que aún aguardan explicación satisfactoria.
Algunos intentos no escépticos de resolver racionalmente estos fenómenos han sido formulados por físicos como Roger Penrose, quienes creen posible la transmisión de información nerviosa mediante corrientes cuánticas a nivel subatómico que pueden ser amplificadas mediante los microtúbulos existentes en las neuronas; además, la insólita lógica cuántica permite distorsiones temporales que pueden causar la duplicación del presente o bilocación, y esto explicaría muchos de los fenómenos paranormales de transmisión de información, como expone en su Las sombras de la mente: hacia una compresión científica de la consciencia (Barcelona: Editorial Crítica, 1996). Explicaciones científicas concurrentes han sido formuladas por Stuart Hameroff o recogidas empíricamente por Raymond Moody.
A medida que el hombre moderno ha ido desarrollando nuevas tecnologías de comunicación, los interesados en obtener información de fantasmas las han usado y así se habla de psicofonías o grabaciones sonoras en las que supuestamente se oye la voz o los movimientos de algún difunto, o de psicoimágenes, imágenes estáticas o en movimiento en las que presuntamente puede distinguirse alguna presencia fantasmal.
Sin embargo, quienes pretenden justificar la existencia de otro mundo y la posible comunicación con el mismo deben justificar primero por qué casi todas las manifestaciones espirituales suelen reducirse a manifestaciones psicológicas de engaño o autoengaño, o fraudes, como con devastadora frecuencia han demostrado ilusionistas expertos como Harry Houdini o Jame Randi, quienes saben desde luego que lo que ocurre en nuestra mente es de factura mucho más simple que lo que ocurre en la realidad fuera de ella. Algunos tipos de alucinación, como la hipnopómpica o la hipnogógica, los sintomas de una esquizofrenia o determinados tipos de epilepsia no diagnosticadas, el fenómeno del sueño lúcido o falso despertar, el uso de drogas y sustancias psicotrópicas que creen falsos recuerdos, los fuegos fatuos pueden explicar la mayoría de los casos, por no hablar del espíritu lúdico de las bromas y los citados, groseros y mezquinos intereses económicos, que pueden apoyar, magnificar y converger sobre las anteriores explicaciones, que se acumulan sobre la necesidad de religión y de fe ultraterrena desarrollada en el ser humano por la selección natural como una ventaja para la supervivencia gregaria.
Esto no basta para desanimar, sin embargo, a quienes creen en alguna manifestación divina o macabra que es una liberación de energia del cuerpo, esto es, una "evolución" de esta vida terrenal hacia otra en un mundo ultraterreno, y hay caos desconcertantes de clarividencia y percepción extrasensorial que aún aguardan explicación satisfactoria.
Algunos intentos no escépticos de resolver racionalmente estos fenómenos han sido formulados por físicos como Roger Penrose, quienes creen posible la transmisión de información nerviosa mediante corrientes cuánticas a nivel subatómico que pueden ser amplificadas mediante los microtúbulos existentes en las neuronas; además, la insólita lógica cuántica permite distorsiones temporales que pueden causar la duplicación del presente o bilocación, y esto explicaría muchos de los fenómenos paranormales de transmisión de información, como expone en su Las sombras de la mente: hacia una compresión científica de la consciencia (Barcelona: Editorial Crítica, 1996). Explicaciones científicas concurrentes han sido formuladas por Stuart Hameroff o recogidas empíricamente por Raymond Moody.
Clases de fantasmas G. N. M. Tyrrell, autor de un clásico libro sobre el tema, Apparitions (Apariciones), publicado en 1943, identificaba cuatro grupos principales en base a la conducta adoptada por los presuntos espíritus, más conocida que su propia naturaleza.
Apariciones que frecuentan habitualmente un lugar determinado. Generalmente no suscitan miedo, son inofensivos y a veces llegan a ser tratados como un miembro más de la familia. Apariciones post-mortem. Suelen tener lugar poco tiempo después de la muerte de la persona vista, y no acostumbran a estar relacionadas con un lugar o un acontecimiento concreto.
Apariciones en casos críticos: el aparecido es alguien que está viviendo una experiencia importante (a menudo desconocida por el testigo de la aparición), como un accidente, una enfermedad o, por supuesto, la muerte.
Aparición inducida experimentalmente. En estos casos, el fantasma no es el de una persona muerta o moribunda, sino el de alguien vivo que intenta deliberadamente hacer que su imagen se haga visible a otra persona.
Los fantasmas o espectros son polémicos fenómenos que admiten numerosas definiciones. Pueden ser calificados como:
1) El alma o espíritu de una persona muerta, que frecuenta algún lugar que tenía gran significación emocional durante su vida pasada.
2) La personalidad que adquiere un ser humano después de fallecido, aún atado a la vida.
3) Una clase de memoria psíquica de cierto ser o cosa muerta o destruida pero que sigue existiendo, en una forma semi-corpórea. De acuerdo con los diversos testimonios divulgados, los fantasmas suelen tomar la forma de seres humanos, de animales e incluso de vehículos. Existen registros acerca de fantasmas -generalmente, de seres humanos difuntos- en la mayoría de las culturas de todo el mundo. Pero no hay consenso acerca de si los fantasmas son proyecciones de la imaginación o tienen existencia objetiva.
Existe otra denominacion para los tipos de fantasmas segun su apariencia:
TRANSLÚCIDOS: Son los fantasmas que únicamente vienen a comunicarnos algo, no hay que temerles.
APARIENCIA HUMANA: Solo los diferenciamos de un humano porque en vez de caminar, rapta, y atraviesa objetos allí por donde pasa. Aparecen en Iglesias, monasterios, lugares bucólicos y de suma importancia para los humanos. Son serios y contundentes a la hora de aparecerse a las personas.
INVISIBLES: Vienen a ayudar espontáneamente a los humanos. Se comunican con nosotros a través de la voz, el tacto y algunos aparatos de radio, teléfonos y televisión...
APARIENCIA ANIMAL: Son espíritus burlones y taviesos, se manfiestan bondadosa o malignamente, según la forma que tomen. Son prácticamente físicos y les daña la luz.
SOMBRAS: Son los fantasmas que tienen la peculiaridad de cambiar la temperatura ambiente allí por donde pasa. Siempre van en grupos, y son los más temidos en los seres humanos.
También hay fraudes y errores de percepción. En el mundo emocional de cada persona hay otros tipos de espíritus, los llamados fantasmas mentales; aparecidos por la subconciencia de cada uno.
Fantasmas y Parapsicología
Para no ser pseudociencia, la parapsicología tiene en cuenta la psicología del engaño y procura documentar cualquier testimonio de los llamados fantasmas y controlar rigurosamente las circunstancias en que se producen (incluidas los observadores) alejándose de cualquier prejuici cognitivo. Numerosos investigadores distinguen, por una parte, las apariciones de ectoplasmas obtenidas con ciertas medium espiritistas fraudulentas a comienzos del siglo XX (Eusépia Palladino, Douglas D. Home, Rudi Schneider, Franek Kluski) de las de ciertos investigadores serios (Charles Richet, Schrenk-Notzing, Gustave Geley, etc.) que acreditaron los fenómenos con las condiciones de observación que disponían en su época y, por otra parte, del encantamiento de los fantasmas, una subcategoría del cual es el llamado poltergeist o "espíritu burlón".
La parapsicología documenta que los fantasmas pueden ser de personas vivas o muertas y de personas o animales. Los fantasmas de personas vivas (bilocación) han sido documentados también, así como fenómenos denominados psicofonías y teleplastias. Determinadas personas, los llamados clarividentes, están imbuidos al parecer de una cierta percepción extrasensorial que les permitiría poder observarlos o sentirlos a menudo y obtener información privilegiada e inédita de los mismos, algunas veces por procedimientos como la escritura automática o la psicometría, y hay ocasiones en que, en efecto, parece que ha logrado obtenerse información útil que ha ayudado a esclarecer desapariciones y crímenes a la policía, como por medio de los clarividentes Rosemarie Kerr, Sally Headding o Nancy Orlen Weber. Los fantasmas más frecuentes poseen una tipología escindida en tres clases:
Visiones que realizan actos repetitivos
Encantamientos duraderos de lugares concretos.
Poltergeit, fenómenos de duración más reducida ligados a una persona, por lo general adolescente o joven (aunque no siempre), en la que se mueven objetos solos, se escuchan golpes repetitivos o ruidos y se encienden o apagan luces.
http://es.wikipedia.org/
Para no ser pseudociencia, la parapsicología tiene en cuenta la psicología del engaño y procura documentar cualquier testimonio de los llamados fantasmas y controlar rigurosamente las circunstancias en que se producen (incluidas los observadores) alejándose de cualquier prejuici cognitivo. Numerosos investigadores distinguen, por una parte, las apariciones de ectoplasmas obtenidas con ciertas medium espiritistas fraudulentas a comienzos del siglo XX (Eusépia Palladino, Douglas D. Home, Rudi Schneider, Franek Kluski) de las de ciertos investigadores serios (Charles Richet, Schrenk-Notzing, Gustave Geley, etc.) que acreditaron los fenómenos con las condiciones de observación que disponían en su época y, por otra parte, del encantamiento de los fantasmas, una subcategoría del cual es el llamado poltergeist o "espíritu burlón".
La parapsicología documenta que los fantasmas pueden ser de personas vivas o muertas y de personas o animales. Los fantasmas de personas vivas (bilocación) han sido documentados también, así como fenómenos denominados psicofonías y teleplastias. Determinadas personas, los llamados clarividentes, están imbuidos al parecer de una cierta percepción extrasensorial que les permitiría poder observarlos o sentirlos a menudo y obtener información privilegiada e inédita de los mismos, algunas veces por procedimientos como la escritura automática o la psicometría, y hay ocasiones en que, en efecto, parece que ha logrado obtenerse información útil que ha ayudado a esclarecer desapariciones y crímenes a la policía, como por medio de los clarividentes Rosemarie Kerr, Sally Headding o Nancy Orlen Weber. Los fantasmas más frecuentes poseen una tipología escindida en tres clases:
Visiones que realizan actos repetitivos
Encantamientos duraderos de lugares concretos.
Poltergeit, fenómenos de duración más reducida ligados a una persona, por lo general adolescente o joven (aunque no siempre), en la que se mueven objetos solos, se escuchan golpes repetitivos o ruidos y se encienden o apagan luces.
Fantasmas y Espiritismo
Según el Espiritismo o "doctrina espírita", como se decía en el siglo XIX desde que este movimiento fue configurado por Allan Kardec y la teósofa Helena Petrovna Blavatsky, el alma humana sobrevive a la muerte del cuerpo material y dispone de un otro cuerpo llamado periespíritu. Los fantasmas serían seres humanos desencarnados capaces de manifestarse haciendo perceptible el periespíritu a los sentidos ordinarios. En el vocabulario espiritista no se utiliza la palabra fantasma, sino eidolon, espíritu, ente o entidad. Algunas almas no habrían pasado a otro nivel de existencia por miedo a quemarse eternamente, por simple obstinación o por poseer demasiado apego a este nivel de existencia o a algunas cosas y personas de este nivel de existencia.
Fantasmas y Catolicismo
El Catecismo de la Iglesia Católica no cree en fantasmas porque no admite la existencia del limbo, aunque algunos teólogos sí la postulan. La iglesia católica considera perjudicial, dañoso, autodestructivo y pecaminoso el uso de la necromancia, la Ouija, el Tart y de cualquier ceremonia o procedimiento no religioso con el cual se obtenga comunicación con la otra vida; según exorcistas y demonólogos como el padre José Antonio Fortea, recurrir a estos ritales, fuera de ser extremadamente peligroso desde un punto de vista psicológico, supone dejar puerta abierta para que entre el Diablo. Por otra parte, según la escatología de algunos teólogos, existe un limbo al que van las almas, criaturas, seres no humanos y ángeles indecisos, que no son ni buenos ni malos ni se han puesto de parte de nadie, esperando el lugar que Dios les dará cuando ocurra el juicio final.
Según el Espiritismo o "doctrina espírita", como se decía en el siglo XIX desde que este movimiento fue configurado por Allan Kardec y la teósofa Helena Petrovna Blavatsky, el alma humana sobrevive a la muerte del cuerpo material y dispone de un otro cuerpo llamado periespíritu. Los fantasmas serían seres humanos desencarnados capaces de manifestarse haciendo perceptible el periespíritu a los sentidos ordinarios. En el vocabulario espiritista no se utiliza la palabra fantasma, sino eidolon, espíritu, ente o entidad. Algunas almas no habrían pasado a otro nivel de existencia por miedo a quemarse eternamente, por simple obstinación o por poseer demasiado apego a este nivel de existencia o a algunas cosas y personas de este nivel de existencia.
Fantasmas y Catolicismo
El Catecismo de la Iglesia Católica no cree en fantasmas porque no admite la existencia del limbo, aunque algunos teólogos sí la postulan. La iglesia católica considera perjudicial, dañoso, autodestructivo y pecaminoso el uso de la necromancia, la Ouija, el Tart y de cualquier ceremonia o procedimiento no religioso con el cual se obtenga comunicación con la otra vida; según exorcistas y demonólogos como el padre José Antonio Fortea, recurrir a estos ritales, fuera de ser extremadamente peligroso desde un punto de vista psicológico, supone dejar puerta abierta para que entre el Diablo. Por otra parte, según la escatología de algunos teólogos, existe un limbo al que van las almas, criaturas, seres no humanos y ángeles indecisos, que no son ni buenos ni malos ni se han puesto de parte de nadie, esperando el lugar que Dios les dará cuando ocurra el juicio final.
http://es.wikipedia.org/
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